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11,40 €El mundo se enriquece a un ritmo nunca antes conocido. Los paÃses más poblados del planeta, como la India y China, crecen a tasas extravagantes. Cada vez la riqueza es mayor y, sin embargo, también la miseria se expande: en las naciones ricas como en los paÃses desarrollados, los nuevos pobres son cada vez más numerosos, poniendo asà en cuestión una prosperidad que parece haberse vuelto frágil. Daniel Cohen se propone mostrar que la globalización no es responsable del fenómeno. En un ensayo brillante y agudo afirma que cualquier proteccionismo de nuevo o viejo cuño serÃa inoperante, pues la situación actual obedece a causas históricas. En primer término, afirma el autor, las raÃces deben buscarse en la Tercera Revolución Industrial, la revolución informática, y en los cambios en los modos de producción que ella introdujo. "La nueva lección -escribe Cohen- es la siguiente: para una determinada cadena de producción, la mÃnima disfunción de una de las partes, amenaza la producción del todo... A partir de ahora, los mejores van juntos; los mediocres también." Se estructura asà un mundo de 'apareamientos selectivos' caracterizado por el estallido de las desigualdades dentro de cada grupo sociocultural. En consecuencia, afirma Cohen, también las soluciones deben ser novedosas: ellas no están en el proteccionismo, ya que eso proyectarÃa hacia 'afuera' el combate por el bienestar, que debe realizarse 'adentro'. Por ello, es el restablecimiento de la solidaridad el único modo de dar solución al problema más urgente del mundo actual: la desigualdad. "La gran esperanza del siglo XXI -dice el autor- consiste en reducir las diferencias entre las naciones: es una esperanza razonable. Cuando lo económico ya no fortalece la cohesión social, es deseable que los paÃses aprendan a repensar lo polÃtico."